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revista Toldo 2-2014

Como este cambio de longitud de onda no se da para la energía directamente reflejada este fenómeno quedará muy minimizado si utilizamos materiales muy reflectivos y poco absorbentes como ya hemos indicado. Quizás es este uno de los puntos en los que más insistencia querría hacer en este texto. Se nos ha explicado que cualquier onda infrarroja una vez atravesado el vidrio quedaba atrapada en el interior del local. Como consecuencia de ello siempre hemos considerado que la protección interior no era adecuada para resolver el problema y no hemos estudiado seriamente las posibilidades que las cortinas inferiores podían llegar a ofrecernos. Y sin embargo es sorprendente la eficacia de una solución tan simple. Según Olgyay el coeficiente de sombra de una protección puede llegar a ser 0.45 con una veneciana de aluminio pulido y de incluso 0.4 con un screen blanco. En cualquier caso, se debe recordar que la energía reflejada incide en la temperatura interior puesto que calentará el aire que atraviese en su doble recorrido entre el vidrio y la cortina y además calentará doblemente el vidrio al atravesarlo de nuevo. Por ello es importante que siempre que se disponga la protección en el interior del local se utilice en vidrios claros y sin filtros que puedan dificultar la salida de esa energía reflejada. Si no es así se deberá tener en cuenta incluso que el calor acumulado por la doble absorción puede elevar excesivamente la temperatura del vidrio y dar lugar a roturas. Una posibilidad es que no exista ese vidrio. En efecto estamos suponiendo siempre la presencia del aire acondicionado pero también debemos atender la protección de locales sin climatización para los que abrir la ventana será deseable en verano. Una cortina de lino blanco interpuesta en una ventana abierta será en este caso una eficaz protección solar. toldo técnica 28


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