LA FACHADA DINÁMICA La fachada es el primer control energético del edificio. Las fachadas tradicionalmente se han adaptado al lugar y al entorno arquitectónico aunque respecto al clima del lugar son fachadas estacionales que sólo dan una respuesta en verano o en invierno. Los nuevos edificios de consumo casi nulo o NZEB necesitan algo más que una fachada estacional… Proponemos una fachada dinámica que según las necesidades del usuario (interior del edificio) reaccione en tiempo real en función del clima exterior. La fachada dinámica aporta un mayor confort térmicolumínico, reducción de las emisiones de CO2 respetando el medio ambiente y mejora notablemente el ahorro de energía y la certificación energética del edificio. Las fachadas dinámicas tienen 4 características: - Inmediata. Reacción instantánea de la fachada adaptándose a las necesidades interiores del usuario según los cambios climáticos exteriores. - Flexible. La fachada puede adaptarse a los futuros cambio de uso del edificio sólo reprogramando y sin necesidad de obras en la fachada. - Invisible. Respeta la imagen arquitectónica y estética de la fachada actuando únicamente cuando es necesario. - Integrada. La fachada dinámica se puede integrar con la climatización y la iluminación en un mismo equipo o sistema de gestión control del edificio reduciendo el consumo del edificio. La fachada dinámica también aporta un sistema de Sun Traking como opción interesante e innovadora. Consiste en digitalizar la fachada en 3D aprovechando el proyecto de arquitectura para que cada hueco sea un elemento personalizado a nivel de condiciones climatológicas. En la misma fachada los edificios colindantes o el técnica 25
Revista Toldo 3
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