técnica 31 revistatoldo Las persianas de cuerda La persiana de cuerda ha sido la solución universal del soleamiento en la arquitectura popular y ha conquistado lugares sorprendentes en la arquitectura culta. Es la más simple de las soluciones de protección escamoteable y su manipulación es a la vez sencilla, variada y eficaz. La posición normal de persiana totalmente desplegada protege completamente el hueco del soleamiento y proporciona una suave luz en la penumbra que todos recordamos. Con la puerta o ventana abierta y la persiana proyectada hacia el exterior permite una amplia ventilación y una buena visión lateral hacia el exterior. Sus únicos inconvenientes son que se debe abrir la ventana para manipularla y que exige cierto mantenimiento y atención para enrollarla cuando hace viento, cambiar cuerdas, quizás retirarla en invierno, etc. La madera está siendo sustituida por plástico, pero las exigencias de comodidad actuales, y su imagen asociada a la arquitectura popular, están cerrando su futuro. LAS PERSIANAS PLEGABLES Las hojas o lamas que forman las persianas se pueden escamotear también por plegado. Se utilizan habitualmente dos tipos de plegado: el de hojas verticales en la jamba, la persiana de librillo, y el de lamas horizontales apiladas bajo el dintel, las venecianas. Las persianas apilables La elegantísima persiana veneciana constituye la versión tradicional de la persiana apilable. Las delgadas lamas de madera cuelgan de pares de cordones de manera que sus posibilidades de giro son totales. En posición horizontal apenas se perciben. Su fragilidad ha llevado a su abandono en posición habitual de protección interior. Su versión actual con finísimas lamas de plástico de hasta menos de 2cm de anchura las ha convertido en un elemento omnipresente en la arquitectura de interiores. Como hemos visto anteriormente esa disposición interior puede constituir una eficaz protección solar siempre que la reflexión sea máxima. Las lamas deben ser pues muy claras o, mejor, metalizadas. En la medida en que los modernos materiales permiten una gran esbeltez de la lama, se está volviendo a utilizar las apilables exteriores, pero ahora guiadas verticalmente por elementos rígidos y orientables gracias a toda clase de mecanismo de mayor durabilidad. La delgadez de las lamas permite su apilamiento en alturas mínimas. El conjunto apilado se suele esconder en cajas de persianas delgadas, del ancho de la lama, y absolutamente aisladas del interior.
Revista toldo setembre 2014 web
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