noticias Toldos sí, pero con estilo El Ayuntamiento de Calafell (Tarrago- 45 na) ha diseñado la ordenación y tipología revistatoldo que deberán tener las terrazas una vez esté acabado el paseo marítimo, previsto para el próximo mes de junio. El nuevo modelo busca la uniformidad y la calidad de la imagen eliminando las sillas, mesas y sombrillas con publicidad y que el paseo también quede lo más libre posible en horario de cierre de los locales. La ordenanza de ocupación de la vía pública mantiene la longitud que pueden ocupar las terrazas, por lo que los establecimientos no pierden capacidad de negocio en las terrazas, pero sí que deberán ordenarse de manera diferente. Así, el cerramiento fijo de cubierta y laterales, que no debe estar anclado al suelo, sólo podrá ser de 3 metros de largo y los 1,5 metros restantes podrán cubrirse con un toldo. Desde el final de la terraza hasta el muro de la playa deberá haber un paso de seis metros de ancho por determinación de la Ley de Costas. Sin publicidad Uno de los objetivos de la normativa es mejorar la imagen y en este sentido están prohibidas las sillas, mesas, toldos o sombrillas que incluyan publicidad de marcas comerciales y los tonos del mobiliario que se instale deben ser crudos. El Ayuntamiento también obligará a que por las noches el paseo quede libre de cualquier elemento para facilitar el paso de las máquinas de limpieza. Los propietarios podrán dejar el mobiliario recogido a las puertas de los locales. El gobierno de Calafell argumenta que busca un paseo marítimo de calidad. También estará prohibido que en las terrazas haya equipos acústicos y no podrá haber actuaciones en vivo. El coste de la instalación de toldos se calcula entre 230.000 y 300.000€ Sombra en la acera par, en el tramo comprendido entre la esquina de la antigua confitería Filella y la sede de Correos. La Gerencia de Urbanismo baraja dos proyectos para dar respuesta a una demanda ciudadana intensificada desde que la Avenida de la Constitución fue peatonalizada en 2007. Ahora, el equipo de gobierno quiere colocar toldos en el tramo más usado por los peatones, y tiene dos fórmulas para conseguirlo. La primera solución consiste en la instalación de lonas desde la fachada de los edificios hasta los alcorques de los naranjos, al estilo de la solución que ya se emplea a menor tamaño en algunas terrazas de veladores. La segunda consistiría en la instalación de un toldo a dos aguas con soporte -estéticamente acorde con las farolas fernandinas- colocado a la altura de los naranjos. El primer proyecto tiene un coste de 230.000 euros. Y el segundo, más caro, se eleva un 30% por encima, en torno a los 300.000 euros. Urbanismo ha reconocido en varias ocasiones su intención de conseguir dotar de sombra algunas de las grandes vías peatonales de la ciudad, como la Avenida, y determinadas pasarelas de elevado tránsito como el puente de San Telmo. Los dos proyectos han sido elaborado por los propios técnicos de la Gerencia. El gobierno anterior encargó un estudio de impacto medioambiental del trazado del tranvía al Grupo de Ecología Citogenética y Recursos Naturales de la Universidad de Sevilla. El dictamen destacaba la convivencia “inteligente” entre peatones y bicicletas, como ocurre con las principales ciudades de Europa: “Los resultados relativos a la peatonalización de la Avenida de la Constitución y la calle San Fernando son pasos muy positivos en el camino de la sostenibilidad urbana”. Ponderaba la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero nocivos para los ciudadanos y la reducción de la contaminación acústica”, pero alertaba de la necesidad de que, en caso de llevar a cabo una ampliación del trazado del Metrocentro, se aprovechara la obra para “crear un entorno urbano más agradable, con criterios de sostenibilidad y donde la vegetación juegue un papel clave, con la creación de zonas de sombra para el peatón, que precisamente escasean en el recorrido actual donde ya opera el tranvía , entre la Plaza Nueva y el Prado”. Los expertos consideran que, llegado el caso, los sistemas de creación de sombra artificial son una buena solución para corregir determinadas situaciones de recalentamiento del clima en las zonas donde no existe vegetación. Sevila baraja dos proyectos para conseguir sombra en el centro
Revista Toldo Nº1 2015
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