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TOLDO Nº5

PROYECTO 38 cintas de membrana se requirieron los servicios de los expertos de formTL que prepararon el análisis de la membrana y crearon los documentos para su fabricación e instalación. Junto a la forma especial, las condiciones climáticas también plantearon retos particulares para la construcción: la temporada de huracanes en Miami se extiende de junio a noviembre, trayendo consigo fuertes lluvias. Del mismo modo los ciclones tropicales no son infrecuentes fuera de este período, además de una frecuente carga de viento de Atlántico. Las cuchillas tienen una sección transversal triangular y están formadas por tres tubos cilíndricos de acero, los dos primeros ejecutados en paralelo. Las curvaturas de las cuchillas se producen a través del tercer tubo, que se fijan mediante los espaciadores de acero que oscilan alrededor del eje central. Debido a que la fijación de las membranas debía ser invisible para el observador, formTL desarrolló la unión a través de una tira de aluminio en la parte superior de las cuchillas. Además, se añadieron abrazaderas metálicas para fijar a las vigas principales de la estructura del techo. Para que la estructura también resista las tormentas, las membranas elegidas para las cuchillas se hicieron de PTFE con fibra de vidrio. Este material es extremadamente resistente, pero también es rígido y apenas extensible, lo que limita las posibilidades de ajuste in situ de cualquier inexactitud. Así pues, estos paneles de membrana se debían hacer con un alto grado de precisión para asegurar que las secciones de corte se adaptaran exactamente sobre el acero. Especialmente en la zona de los codos de 90° significó que los ingenieros tuvieron que desarrollar numerosos segmentos individuales. En total, se crearon 313 cuchillas con una superficie total de 11.092 m2. La mayor parte de la subestructura se realizó en un almacén cerca del emplazamiento de la obra con la excepción de las cuchillas L, que se montaron directamente en el lugar ya que no se podían transportar posteriormente. Un proceso algo menos complejo fue el de encajar las cerchas que forman el extremo de la cubierta, dado que son rectas y los tramos de membrana podrían aumentar significativamente en tamaño. Esto también significa que los instaladores tenían más posibilidades para el ajuste en relación al proceso de recubrimiento, que sólo se puede llevar a cabo después de instalar el techo de cristal. El espectacular resultado final justifica plenamente la cantidad de ingeniería desarrollada. n Pasillos y escaleras conectan los diversos niveles creando espacios para que los visitantes disfruten del tiempo libre en estas instalaciones. FOTOS: Jimmy Baikovicius


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