TÉCNICA
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está formada por unos diafragmas a
modo de los que controlan la entrada
de luz en las máquinas fotográficas
que están movidos por un sistema
hidráulico controlado por una única
célula fotoeléctrica. La celosía que for-man
los paneles con los diafragmas de
diversos tamaños es bellísima pero la
operatividad de un sistema tan sofis-ticado
y ajeno a la voluntad de cada
usuario es más que dudosa.
Para orientaciones del entorno sur es
posible recurrir a lamas fijas con una
orientación prefijada que evita el so-leamiento
de verano y sin embargo
permite una visión exterior bastante
correcta. Es una solución muy delica-da
pues puede producir fenómenos
de reflexión entre lamas hacia el inte-rior
con lo que pierde su efectividad
como protección solar y produce des-lumbramientos.
En todos estos casos
el calor acumulado en las lamas, el
producido por la radiación absorbida
la que no es reflejada ni transmitida,
se irradia hacia los vidrios y su evacua-ción
es difícil por el conocido efecto
invernadero. Una elección adecuada
de los vidrios interiores puede reducir
aún más la ganancia térmica interior.
La mejor solución es la recuperación
es la recuperación de ese calor utili-zando
ese espacio como retorno del
sistema de aire acondicionado. La eva-cuación
de esa energía térmica, hacia
el exterior en verano y hacia el interior
en invierno sugiere muchas solucio-nes
interesantes con dobles carpinte-rías
que se pueden utilizar sin mayor
alarde tecnológico.
Muchos edificios tienen esa cámara
protectora climatizada como una en-volvente
general del edificio. El aero-puerto
de Barcelona de Bofill o los edi-ficios
de Sainz de Oiza en el Recinto
Ferial de Madrid son algunos ejemplos
de esa gran cámara. La imagen de este
último edificio nos permite decir que
los locales habitables forman una caja
inmersa dentro de la gran caja exte-rior
que conforma la imagen de todo
el edificio.
Si los huecos se comunican piso a
piso, el movimiento por convección
de todo ese aire caliente se puede lle-gar
a controlar dentro de una doble
piel formando parte del proyecto de
climatización del edificio. Los más mo-dernos
están introduciendo esa cáma-ra
envolvente de todo el edificio como
el lugar donde se controla la relación
de los locales habitables con el exte-rior.
Estas son las características de los
que hemos dado en llamar “edificios
con doble piel”. El calor acumulado
por las lamas calienta el aire de esa cá-mara
entre las dos pieles y produce un
movimiento de convección. Según los
estudios realizados sobre modelos de
computador esta convección permite
la evacuación del 25% del calor acu-mulado
en la cámara. n