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TÉCNICA 27 y de colores claros son las que ofrecen el mejor control sobre la luminosidad y la distribución de la luz. La mayoría de los sistemas de control de la luz natural reducirán el nivel medio de iluminación natural en la sala, por lo que una combinación de demasiados sistemas puede dar lugar a una superficie de entrada de luz en la fachada mayor de lo aceptable desde el punto de vista térmico. Como ya se ha anunciado, el aspecto más importante de la abertura es su tamaño y su emplazamiento. En los atractivos edificios transparentes actuales, muchos de los problemas de iluminación se deben a las excesivas dimensiones de las áreas acristaladas. Sin los sistemas de apantallamiento apropiados, se crearán amplias superficies brillantes y una iluminación por reflexión, de manera que los usuarios tenderán siempre a tener cerradas las persianas. Con ello el edificio transparente terminará siendo opaco. (Para evitar el exceso de luz en las superficies y la iluminación por reflexión, se recomienda limitar la luminancia en la mesa de trabajo y en la ventana a un máximo de 200 cd/m2 y 2000 cd/m2 respectivamente). En cuanto a los ventanales, también ocasionan problemas térmicos que suelen ser resueltos con cristales o láminas termo reflectantes. Estas láminas crean a su vez otro problema visual que es la alteración leve del color de la luz solar, produciendo la sensación de que el mundo exterior es sombrío y monótono. Deben evitarse los elementos de color oscuro en la fachada, por ejemplo en los cercos de ventanas o persianas. La razón es que los contrastes producen “ruido visual” que obliga a la vista a adaptarse continuamente, lo que resulta fatigoso y al mismo tiempo un motivo innecesario para cerrar las persianas. En el peor de los casos (cielo totalmente cubierto), el diseño de las ventanas debe garantizar como aportación mínima la mitad de la luz diurna requerida. Sistemas manuales de control de la luz natural Estos sistemas permiten que el usuario controle manualmente la cantidad y calidad de la luz natural en las salas. Pueden variar desde cortinas tradicionales difusoras, persianas interiores o exteriores o incluso integradas en el acristalamiento de la ventana, hasta sofisticados sistemas de apantallamiento de la luz destinados a optimizar la cantidad y calidad de la incidencia de la luz natural. Sistemas automáticos de control de la luz natural Los sistemas automáticos pueden realizar las mismas acciones que los sistemas manuales, inclinando o girando láminas horizontales/verticales, bajando o subiendo cortinas, haciendo girar sistemas de seguimiento del sol, etc., y todo ello motivado por una causa externa, tal como la aportación de luz solar directa o la incidencia de luz solar en un ángulo inadecuado para la iluminación interior de la sala. Los sistemas de control que responden a la luz natural consisten en detectores o sensores, que miden el flujo incidente, y un sistema de control que actúa de acuerdo con la señal del elemento detector. Un ejemplo de estos sistemas son los apantallamientos controlados en base a la incidencia de la luz solar directa, que usan un detector situado en el tejado que mide la radiación total sobre una superficie y controla la inclinación de las lamas. Según datos del sector, la ubicación de estos sensores es tan importante como la correcta situación de los elementos de sombreado. n Las láminas termo reflectantes solucionan un problema pero pueden alterar el color de la luz solar.


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