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TÉCNICA 24 guna esquina y por tanto pueden saltar los puntos del tejido (aunque esto tiene solución). Decoloración. Aunque en ambos sistemas influye el color y la calidad de ese color tratado o no para resistir la luz, la verdad es que el Sol es capaz de comérselo todo. En una cortina, el color del tejido irá apagándose, perderá fuerza y viveza. Un enrollable se irá haciendo amarillo y este color, no se eliminará lavándolo con un trapo. Ambos se van a ver afectados por igual, pero a la larga envejece peor el enrollable. Recordad que todo tejido debe tener una garantía de X años y que podemos reclamar si se deteriora demasiado rápido. Esa garantía es habitualmente mayor en los tejidos para cortinas textiles que para los enrollables. Precio. En este caso el enrollable es el claro vencedor. La mecanización tanto en la producción como en la confección del enrollable, hace que su coste sea mucho menor. Además una cortina emplea una cantidad de tejido superior al enrollable debido al rapport necesario para confeccionar una onda perfecta, una cortina con forma de nido de abeja, de triple pliegue o cualquier estilo que le demos a la forma en la que se recoge la cortina. Longitud. El modo de confección de un enrollable está limitado. Aunque hay algunos fabricantes que actualmente están especializados en piezas de hasta 6 m de longitud, en la mayoría de casos el largo suele estar entre los 3-5 m. Si queremos hacer un enrollable más largo debemos empalmar por termosellado otra pieza dejando una unión muy visible. Si por ejemplo tenemos varias ventanas seguidas y no queremos ver la unión entre las piezas de PVC, tendremos que emplear enrollables más pequeños, sin embargo, cuando ponemos 2 enrollables pegados, se crea una separación entre ambos debido a los soportes necesarios para sujetar cada sistema. En cuanto a la cortina tradicional, bien sea para una barra de cortina, riel decorativo, riel motorizado o estor, las bobinas son de unos 30 m de longitud por lo que no hay problemas a la hora de confeccionar. Olor. El enrollable, aunque cada día en menor medida por la evolución en la ingeniería de tejidos, tiene un olor plástico que se hace más evidente cuanto más le pegua el Sol. Este olor plástico suele ser bastante desagradable hasta que nos acostumbramos. En cuanto a la cortina con tejido tradicional, no existe ese olor plástico, pero si no somos aseados y limpiamos periódicamente la cortina, sí se produce un olor a polvo por la falta de cuidado igual que ocurriría con cualquier otro objeto decorativo no limpio en una casa. Al lavar la cortina textil en la lavadora el olor a polvo desaparece pero el olor del enrollable persiste aunque se limpie. Estilo. Hoy en día hay colores, formas, dibujos... para todos los gustos y tanto para cortinas como para enrollables, de hecho el enrollable puede tener hasta una imagen impresa sobre el tejido screen. Cierto es que la cortina textil tiene muchas más opciones que el enrollable y por ello, al ser una confección a medida conseguirá una mayor cercanía al estilo que nos gusta. Ambos sistemas pueden adaptarse a muchas circunstancias y será cuestión de gustos decidir si queda mejor uno u otro. El enrollable nace en las oficinas y despachos, es más frío y debido a que es un producto masificado y estándar, es el comprador quien lo suele adaptar a sus necesidades escogiendo entre una opciones más reducidas, pero no por ellas pocas opciones. La cortina tradicional, se confecciona a la medida, necesita de un profesional para personalizarla en una vivienda y Cortina tradicional, estilo decoración Cortina tradicional


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